domingo, 4 de octubre de 2015

Catástrofe de El Niño

El impacto del cambio climático en el Perú



Por: Luis Herrera V
@lherrera3105

El Fenómeno El Niño (FEN) ha preocupado tanto a nuestras autoridades que el Congreso de la República creó una comisión especial de prevención. Todo inició a mediados de marzo de este año, cuando el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) anunció que se presentará un FEN de intensidad moderada, que provocará cambios climáticos que afectan a la infraestructura nacional, la industria pesquera y agrícola, algo que ha ido generando mayor preocupación con el pasar del tiempo.

¿Por qué debería preocuparnos este cambio climático? El Niño es un fenómeno meteorológico, con más de siete milenios de ocurrencia, que se caracteriza por el cambio de movimiento en las corrientes marinas, generando una superposición de aguas cálidas sobre las frías que emergen de la corriente de Humboldt.

Al calentarse el mar frío, aparecen peces de aguas tropicales y se alejan los que habitan en aguas frías, como la anchoveta, base de la industria pesquera. Además, se producen intensas lluvias, disminución de la presión atmosférica y el clima se tropicaliza, dando la impresión que la época de verano se prolonga.

NO SERÍA LA PRIMERA VEZ QUE SUCEDE EN EL PERÚ

(El Meganiño de 1983. Archivo Universidad de Piura)

A partir del año 1965, se instalan las primeras estaciones meteorológicas e hidrológicas para observar, medir y prevenir los cambios climáticos. Aunque no se tengan datos técnicos antes de esta fecha, existen diversas publicaciones que confirman la presencia de este fenómeno muchos años atrás.

Por ejemplo, la historia nos indica que El Niño más antiguo ocurrió en 1578. Su efecto devastador se concentró en la ciudad de Lambayeque, arrasando el pueblo y el íntegro de sus cultivos, dividiendo la ciudad en dos partes por la inundación ocasionada por las lluvias torrenciales.

Sin embargo, fue en el segundo gobierno del arquitecto Fernando Belaunde Terry cuando el interés por conocer mejor el FEN se avivó, porque nació el primer Meganiño (1982-1983)  que afectó a nuestro litoral, especialmente en los departamentos de Tumbes y Piura, siendo el Perú el principal escenario del evento, a pesar de que se hayan registrado daños a nivel global.

Además, según una publicación del Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA), tomando en cuenta el registro QNA, se han registrado Fenómenos El Niño durante los años 1891, 1925, 1942, 1957-58, 1965, 1972, 1982-83 y 1997-1998 catalogándolos como intensos, con graves consecuencias sobre el mar y la costa. Sin embargo, los de mayor impacto y más recordados por los peruanos fueron los de 1891, 1925, 1982-83 y 1997-98.

(Registro y detalles del FEN hasta el siglo XIX)

EFECTOS Y CONSECUENCIAS EN LA ACTUALIDAD
El Fenómeno de El Niño es responsable de inundaciones y deslizamientos de tierra que destruyen las cosechas, conocidos como huaicos, siendo más recurrentes en el distrito de Chosica por su accidentada geografía y gran cantidad de quebradas. Asimismo, provoca cambios climáticos donde se tropicaliza la costa, es decir, da la impresión de que el verano se prolonga por varios meses más.
Por si fuera poco, según el ecologista Carlos Benavides Aquije, impacta directamente en la industria pesquera, debido a que el cambio de temperatura en el mar provoca el alejamiento de muchas especies marinas, que aportan al sector artesanal e industrial, ocasionando pérdidas económicas. Además, también genera periodos muy húmedos y lluvias excesivas.

(Último huaico registrado en Chosica. 23-03-2015)

En otros casos,  se podría generar tormentas, inundaciones, tornados y huracanes, produciendo un impacto negativo en la economía y trastornos en la población directamente afectada, con una serie de problemas sociales, alteraciones en el ecosistema marino, con una secuela de destrucción en el aparato productivo, en la pesquería, agricultura, transporte, comercio, infraestructura costera, industria y otras actividades relacionadas con las actividades humanas.

Pero no todo efecto es negativo, el FEN ayudaría en la regeneración  de los bosques y en la vegetación en zonas áridas. Los agricultores bien preparados pueden utilizar los efectos de El Niño a su favor, es cuestión de ver las oportunidades en las amenazas.

¿QUÉ REGIONES SON LAS MÁS VULNERABLES EN EL PAÍS?
“El Fenómeno El Niño tiene un 55% de posibilidades de tener una intensidad entre fuerte y extraordinaria. Las regiones de Tumbes y Piura son las que se verán más afectadas”, señaló el coordinador técnico del comité multisectorial del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen), Ken Takahashi.

Hay que recordar que esta advertencia no está fuera de lo común porque El Niño del año 1982-83 tuvo drásticas consecuencias económicas en Piura, mientras que el del 1997-98 impactó en la infraestructura de Tumbes y Lambayeque, según registros del Instituto de Defensa Civil (Indeci).

(Registro comparativo entre dichos FEN)

Según este cuadro, a pesar de que transcurrieron aproximadamente 15 años entre los eventos, las cifras no han variado mucho. Lo más preocupante es que la cantidad de personas fallecidas aumentó, lo que supone que los gobiernos de turno no se preocuparon en prevenirlo.

Además, de acuerdo a Indeci de Tumbes, se espera que los efectos negativos serán “catastróficos” para toda la región. “De no tomar las medidas correspondientes, más de 5 mil viviendas ubicadas cerca a las quebradas quedarán vulnerables ante una inundación”, señala el documento.
Sin embargo, ya han pasado muchos años como para poder revertir este efecto y haber creado una cultura de prevención ante el Fenómeno El Niño, ¿no?

EL GOBIERNO YA SE PUSO MANOS A LA OBRA…
Es lo que nos cuentan las noticias pero, hasta ahora, no tenemos un plan de contingencia concreto, de acuerdo a nuestra situación geográfica. Por ejemplo, el 20 de marzo se produjo un huaico en Chosica, generando el temor en los pobladores del sector. Lo que los especialistas sugieren es hacer una limpieza de los cauces del río cada año. De esta manera, se disminuiría el impacto en la población pero los pobladores denuncian que el alcalde Luis Bueno no se compromete con la ayuda.

(No queremos que vuelva a ocurrir esto. Distrito de Chosica)

Es necesario conocer el impacto negativo que se produjo en cada FEN pasado para evitarlo. Hasta el momento, el gobierno actual, mediante la dirección del titular de la cartera de Agricultura; Interior; Transportes y Comunicaciones; Defensa y Vivienda, desarrollaron dos simulacros en las regiones más vulnerables, es decir, Tumbes, Piura y Lambayeque, denominado “ejercicio de simulación ante lluvias intensas 2015-2016 y ocurrencia del Fenómeno El Niño”.

Esto no es todo lo que se está haciendo. Además de destinar S/. 893 millones para la prevención, el Parlamento del Congreso de la República aprobó crear en setiembre la comisión especial de acciones para la prevención y colaboración frente al fenómeno El Niño 2015-2016.
El grupo de trabajo formará varios equipos que se repartirán entre las 14 regiones que son consideradas como zonas de impacto frente a dicho fenómeno, sumando esfuerzos con las autoridades para la reubicación de la población afectada, además de fiscalizar en la limpieza de los cauces y quebradas.

A pesar de todas las acciones tomadas por el Ejecutivo, aún hay mucho escepticismo por parte de la población que espera mayor seguridad. Esto se acrecienta luego del último boletín emitido por el Senamhi, el 15 de setiembre, en el que prevé que El Niño 2015 será peor que el de 1997-98.

“El Comité Multisectorial encargado del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) mantiene el estado de alerta de El Niño Costero, debido a que las condiciones actuales continúan consistentes con un evento cálido de magnitud fuerte. Se mantiene el 55% de probabilidad de que el evento El Niño Costero presente magnitudes similares a las registradas durante los veranos de 1982-1983 o 1997-1998”, señala el comunicado.

(La percepción de “Otra vez, Andrés”. Vía: El Comercio)

No hay que olvidar que El Niño trae consecuencias globales pero el Perú suele ser quien resulta más afectado. Por ese motivo, se necesita colaborar con las medidas de precaución e incentivar a las autoridades a seguir tomando cartas en el asunto para evitar muertes como en años anteriores.
Resulta obvio que el FEN ya es un hecho en nuestro país y no debemos ser indiferentes al suceso. La historia nos confirma que este fenómeno puede significar, para el país, la pérdida económica de actividades primarias, sea pesca o agricultura. Además, ante el peligro inminente de los huaicos, puede conllevar a pérdidas de hogares, infraestructuras y vidas.

No hay que descuidarnos de la lectura de las noticias proporcionadas por Indeci, los boletines mensuales del Senamhi y el pedido de diversos pronósticos, en especial por parte de las autoridades regionales que resultarían más afectadas. Aunque esto genere mayor impacto en Tumbes y Piura, es necesario la participación de todo el país para un control adecuado de lo que sería el FEN más preocupante.

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