El impacto del cambio climático en el Perú
Por: Luis
Herrera V
@lherrera3105
El Fenómeno El Niño (FEN) ha preocupado
tanto a nuestras autoridades que el Congreso de la República creó una comisión
especial de prevención. Todo inició a mediados de marzo de este año, cuando el Servicio Nacional de Meteorología e
Hidrología del Perú (Senamhi) anunció que se presentará un FEN de intensidad
moderada, que provocará cambios climáticos que afectan a la infraestructura
nacional, la industria pesquera y agrícola, algo que ha ido generando mayor
preocupación con el pasar del tiempo.
¿Por qué debería preocuparnos este cambio
climático? El Niño es un fenómeno meteorológico, con más de siete milenios de
ocurrencia, que se caracteriza por el cambio de movimiento en las corrientes
marinas, generando una superposición de aguas cálidas sobre las frías que
emergen de la corriente de Humboldt.
Al calentarse el mar frío, aparecen peces de aguas tropicales y se
alejan los que habitan en aguas frías, como la anchoveta, base de la industria
pesquera. Además, se producen intensas lluvias, disminución de la presión
atmosférica y el clima se tropicaliza, dando la impresión
que la época de verano se prolonga.
NO
SERÍA LA PRIMERA VEZ QUE SUCEDE EN EL PERÚ
(El Meganiño de 1983. Archivo Universidad de Piura)
A partir del año 1965, se instalan las
primeras estaciones meteorológicas e hidrológicas para observar, medir y
prevenir los cambios climáticos. Aunque no se tengan datos técnicos antes de
esta fecha, existen diversas publicaciones que confirman la presencia de este
fenómeno muchos años atrás.
Por ejemplo, la historia nos indica que El Niño más antiguo ocurrió en 1578. Su
efecto devastador se concentró en la ciudad de Lambayeque, arrasando el pueblo
y el íntegro de sus cultivos, dividiendo la ciudad en dos partes por la
inundación ocasionada por las lluvias torrenciales.
Sin embargo, fue en el segundo gobierno del
arquitecto Fernando Belaunde Terry cuando el interés por conocer mejor el FEN
se avivó, porque nació el primer
Meganiño (1982-1983) que afectó a
nuestro litoral, especialmente en los departamentos de Tumbes y Piura,
siendo el Perú el principal escenario del evento, a pesar de que se hayan
registrado daños a nivel global.
Además, según una publicación del Instituto
Francés de Estudios Andinos (IFEA), tomando en cuenta el registro QNA, se han
registrado Fenómenos El Niño durante los años 1891, 1925, 1942, 1957-58, 1965,
1972, 1982-83 y 1997-1998 catalogándolos como intensos, con graves
consecuencias sobre el mar y la costa. Sin
embargo, los de mayor impacto y más recordados por los peruanos fueron los de
1891, 1925, 1982-83 y 1997-98.
(Registro y detalles del FEN hasta el siglo XIX)
EFECTOS Y CONSECUENCIAS EN LA ACTUALIDAD
El Fenómeno de El Niño es responsable de inundaciones y
deslizamientos de tierra que destruyen las cosechas, conocidos como
huaicos, siendo más recurrentes en el distrito de Chosica por su accidentada
geografía y gran cantidad de quebradas. Asimismo, provoca cambios climáticos
donde se tropicaliza la costa, es decir, da la impresión de que el verano se
prolonga por varios meses más.
Por si fuera poco, según el ecologista
Carlos Benavides Aquije, impacta directamente en la industria pesquera, debido
a que el cambio de temperatura en el mar provoca el alejamiento de muchas
especies marinas, que aportan al sector artesanal e industrial, ocasionando
pérdidas económicas. Además, también
genera periodos muy húmedos y lluvias excesivas.
(Último huaico registrado en Chosica. 23-03-2015)
En otros casos, se podría generar tormentas, inundaciones,
tornados y huracanes, produciendo un impacto negativo en la economía y
trastornos en la población directamente afectada, con una serie de problemas
sociales, alteraciones en el ecosistema marino, con una secuela de destrucción
en el aparato productivo, en la pesquería, agricultura, transporte, comercio,
infraestructura costera, industria y otras actividades relacionadas con las
actividades humanas.
Pero
no todo efecto es negativo, el FEN ayudaría en la
regeneración de los bosques y en la
vegetación en zonas áridas. Los agricultores bien preparados pueden utilizar
los efectos de El Niño a su favor, es cuestión de ver las oportunidades en las
amenazas.
¿QUÉ REGIONES SON LAS MÁS VULNERABLES EN EL PAÍS?
“El Fenómeno El Niño tiene un 55% de
posibilidades de tener una intensidad entre fuerte y extraordinaria. Las regiones de Tumbes y Piura son las que
se verán más afectadas”, señaló el coordinador técnico del comité
multisectorial del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen), Ken
Takahashi.
Hay que recordar que esta advertencia no está fuera de lo común porque El Niño del año
1982-83 tuvo drásticas consecuencias económicas en Piura, mientras que el del
1997-98 impactó en la infraestructura de Tumbes y Lambayeque, según registros del Instituto de Defensa Civil (Indeci).
(Registro comparativo entre dichos FEN)
Según este cuadro, a pesar de que
transcurrieron aproximadamente 15 años entre los eventos, las cifras no han
variado mucho. Lo más preocupante es que
la cantidad de personas fallecidas aumentó, lo que supone que los gobiernos
de turno no se preocuparon en prevenirlo.
Además, de acuerdo a Indeci de Tumbes, se espera que los
efectos negativos serán “catastróficos” para toda la región. “De no tomar
las medidas correspondientes, más de 5 mil viviendas ubicadas cerca a las
quebradas quedarán vulnerables ante una inundación”, señala el documento.
Sin embargo, ya han pasado muchos años como
para poder revertir este efecto y haber creado una cultura de prevención ante
el Fenómeno El Niño, ¿no?
EL GOBIERNO YA SE PUSO MANOS A LA OBRA…
Es lo que nos cuentan las noticias pero,
hasta ahora, no tenemos un plan de
contingencia concreto, de acuerdo a nuestra situación geográfica. Por
ejemplo, el 20 de marzo se produjo un huaico en Chosica, generando el temor en
los pobladores del sector. Lo que los especialistas sugieren es hacer una
limpieza de los cauces del río cada año. De esta manera, se disminuiría el
impacto en la población pero los pobladores denuncian que el alcalde Luis Bueno
no se compromete con la ayuda.
(No queremos que vuelva a ocurrir esto. Distrito de
Chosica)
Es necesario conocer el impacto negativo
que se produjo en cada FEN pasado para evitarlo. Hasta el momento, el gobierno
actual, mediante la dirección del titular de la cartera de Agricultura;
Interior; Transportes y Comunicaciones; Defensa y Vivienda, desarrollaron dos
simulacros en las regiones más vulnerables, es decir, Tumbes, Piura y
Lambayeque, denominado “ejercicio de
simulación ante lluvias intensas 2015-2016 y ocurrencia del Fenómeno El Niño”.
Esto no es todo lo que se está haciendo.
Además de destinar S/. 893 millones para la prevención, el Parlamento del Congreso de la República aprobó crear en setiembre la
comisión especial de acciones para la prevención y colaboración frente al
fenómeno El Niño 2015-2016.
El grupo de trabajo formará varios equipos
que se repartirán entre las 14 regiones que son consideradas como zonas de
impacto frente a dicho fenómeno, sumando esfuerzos con las autoridades para la
reubicación de la población afectada, además de fiscalizar en la limpieza de
los cauces y quebradas.
A pesar de todas las acciones tomadas por
el Ejecutivo, aún hay mucho escepticismo por parte de la población que espera
mayor seguridad. Esto se acrecienta luego del último boletín emitido por el
Senamhi, el 15 de setiembre, en el que prevé
que El Niño 2015 será peor que el de 1997-98.
“El Comité Multisectorial encargado del
Estudio Nacional del Fenómeno El Niño
(Enfen) mantiene el estado de alerta de El Niño Costero, debido a que las
condiciones actuales continúan consistentes con un evento cálido de magnitud
fuerte. Se mantiene el 55% de probabilidad de que el evento El Niño Costero
presente magnitudes similares a las registradas durante los veranos de
1982-1983 o 1997-1998”, señala el comunicado.
(La percepción de “Otra vez, Andrés”. Vía: El
Comercio)
No hay que olvidar que El Niño trae
consecuencias globales pero el Perú
suele ser quien resulta más afectado. Por ese motivo, se necesita colaborar
con las medidas de precaución e incentivar a las autoridades a seguir tomando
cartas en el asunto para evitar muertes como en años anteriores.
Resulta obvio que el FEN ya es un hecho en
nuestro país y no debemos ser indiferentes al suceso. La historia nos confirma que este fenómeno puede significar, para el
país, la pérdida económica de actividades primarias, sea pesca o
agricultura. Además, ante el peligro inminente de los huaicos, puede conllevar
a pérdidas de hogares, infraestructuras y vidas.
No hay que descuidarnos de la lectura de
las noticias proporcionadas por Indeci, los boletines mensuales del Senamhi y
el pedido de diversos pronósticos, en especial por parte de las autoridades
regionales que resultarían más afectadas. Aunque esto genere mayor impacto en
Tumbes y Piura, es necesario la participación de todo el país para un control
adecuado de lo que sería el FEN más preocupante.
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