jueves, 17 de septiembre de 2015

Promesas incumplidas en el futbol peruano




Por: Walter Saavedra

Hablar de futbol en el Perú, es recordar aquellos tiempos indescriptibles, en los que se veía a menudo a nuestra selección participar en los mundiales, logrando hazañas con un grupo de futbolistas de toque fino. Sí, de ese toque fino que nunca se pierde. Peloteros que salieron de barrio, que jugaban porque era su gran pasión, transmitían armonía al tocar el balón y siempre nos llenaban de alegría con sus triunfos.

Solo con nombrar a figuras como “El poeta de la zurda” Cesar cueto, “El diamante” Julio Cesar Uribe y el gran Teófilo Cubillas, sabemos que fueron una camada de futbolistas exitosos, debido a la dedicación y disciplina que mantenían dentro y fuera de una cancha de futbol. Sin embargo, el futbolista peruano de los últimos 10 años, ha perdido esa esencia, esa disciplina que distingue a un deportista profesional del resto de jugadores.

En la última década, los jóvenes futbolistas que empiezan su carrera, se ven envueltos en medio de una crisis mediática a raíz de sus buenas actuaciones. Claro está que en esta situación, los medios de comunicación influyen demasiado en la formación profesional de las llamadas “promesas” de nuestro futbol, pues en reiteradas ocasiones, por solo algunos buenos partidos creen que son los elegidos a ponerse la camiseta de nuestra selección y  clasificarnos a un mundial.

Casos como el de Reimond Manco, Hernán Hinostroza y Jean Deza son solo algunos de los ejemplos de un grupo de futbolistas que por alguna extraña razón, perdieron la cabeza muy rápido y de la misma manera, la oportunidad de dejar de ser solo una promesa, sino algo mejor, una realidad. Retrocediendo un poco más, quien no recuerda a Kukín Flores y el popular “Machito” Gomez, quienes por razones extra futbolísticas, y en ambos casos por problemas con las autoridades peruanas, opacaron su talento y los apartaron de los campos de futbol.

La popularidad que ganan a temprana edad, provoca, en la mayoría de sus casos, que empiecen a llevar una vida desordena, llena de lujos, mujeres, noches de fiestas (borracheras) y en el peor de las situaciones, el consumo de drogas. 

OPINIÓN DE ESPECIALISTAS
Distintos especialistas en el tema, brindan su punto de vista desde diferentes perspectivas. Psicólogos, periodistas deportivos, sociólogos e incluso, futbolistas peruanos que militan en el exterior analizan la realidad en la que está inmersa nuestro fútbol, aclarando el panorama de lo que realmente sucede.
En una pequeña entrevista a Fernando Egúsquiza, reconocido periodista deportivo, conversamos acerca de la profesionalidad de nuestros deportistas. “Nuestros futbolistas son el fiel reflejo de nuestra sociedad. No sé si los futbolistas son los únicos profesionales que se emborrachan, lo triste es que ellos lo hacen público. Afuera los que se emborrachan ganan y aquí los que se emborrachan pierden”, afirmó.

Con las actitudes negativas que nuestros futbolistas muestran ahora, solo consiguen manchar su imagen, negarse la posibilidad de crecer como profesionales y así poder aspirar a un mejor futuro. El periodista, también habló sobre Reimond Manco, el ex jotita, a quien la vida le ha dado más de una oportunidad y acaba de regresar a Alianza Lima después de 8 años para continuar con su polémica trayectoria. 




“Lo que pasó con Manco forma parte de un problema estructural familiar, pues él consiguió una clasificación a un mundial, con tan solo 17 años y en medio de eso, se encuentra con un grupo de medios poco acostumbrados a lo que es una clasificación a un mundial y terminaron confundiéndose tanto el futbolista como los periodistas”.

El mencionado periodista siente que existe un desequilibrio en los equipos de futbol y es una de las principales razones por las cuales la mayoría de clubes en nuestro país, se apresura en promover a los mejores de sus canteras juveniles, sin saber que deben respetar un proceso, para que no suceda lo que ya todos conocemos con las nuevas generaciones.

En el fútbol no existen diferencias, los jóvenes futbolistas deben ser tan responsables como aquellos que ya tienen una larga trayectoria, la madurez se va adquiriendo con e pasar del tiempo, sin embargo, esto no justifica que actúen sin que les importe las consecuencias que podrían tener sus actos en el futuro. 

Debemos entender que un jugador de 22 años ya no es tan joven. James Rodríguez tiene dicha edad y ha caminado con su selección liderándola en el último mundial sin ningún problema. En nuestro país es un tema muy complejo, existe una necesidad de resultados y al no encontrar respuestas, lo que buscamos es tratar de ilusionarnos.

Ésta problemática que hoy aqueja a nuestros deportistas, va más allá de un tema personal, pero no deja de ser la responsabilidad de cada uno el adquirir una disciplina de trabajo, ser profesionales en lo que hacen y mantener una trayectoria profesional impecable.

Es importante recalcar que somos el reflejo de nuestro entorno, por ende, el día que seamos mejor sociedad, tendremos mejores personas y mucho mejores deportistas.
 

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