lunes, 30 de noviembre de 2015

LA CORRUPCION EN EL PAIS GENERA AUMENTO DE ATENTADOS CONTRA LOS PERIODISTAS

Por: Arturo Germán 

El año pasado 113 periodistas fueron atacados, sufriendo diversas agresiones según  La Oficina de Derechos Humanos del Periodista (OFIP) de la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP)
La entidad reportó dos asesinatos, una tentativa de homicidio, 61 casos de agresiones físicas y verbales, 26 amenazas y hostigamientos, ocho trabas al ejercicio periodístico, siete presiones jurídicas, tres trabas a la circulación de la información, dos secuestros, dos robos y una presión administrativa.


Casos de corrupción

Las regiones que acumulan mayor número de agresiones a periodistas son las que han registrado mayores denuncias de corrupción. En Tumbes, por ejemplo los periodistas han sido víctimas de agresiones físicas, verbales y persecución.
En Ayacucho tras la relección del presidente regional recurrió de manera reiterada a las querellas para silenciar a la prensa crítica. De manera puntual el equipo periodístico de radio Estación Wari y el diario La Calle fueron el blanco de sus descalificaciones verbales y persecución judicial.

Uno de los casos más dramáticos fue el ataque contra el periodista Rudy Huallpa Cayo, quien perdió la visión del ojo izquierdo a consecuencia de un proyectil que le lanzara el efectivo policial Eliu Martín Fuentes Ramos, cuando cubría una movilización ciudadana de Ayaviri en el frontis del Gobierno Regional de Puno. Para Inspectoría de la Policía Nacional dicha agresión fue calificada de leve y mereció sólo unos días de suspensión.
Los asesinatos del periodista Donny Buchelli Cueva, conductor del programa ‘Más Noticias’, por Más Radio, en la provincia de Pacasmayo, victimado en su domicilio el 8 de julio; y del estudiante de periodismo Fernando Raymondi Uribe, practicante de la revista Caretas, muerto en la provincia de Cañete, el 9 de noviembre, continúan impunes. En ambos casos la policía descartó en tiempo récord el móvil profesional como causa del crimen. Hasta hoy nada se sabe del porqué de los crímenes.
No es el primer caso en que los trabajadores de los medios se vuelven blanco de agresión física y ataques verbales a consecuencia de las líneas editoriales asumidas por los medios para los que laboran

Casos emblemáticos en los últimos años




El gremio de la prensa se congrego recientemente  en un acto público con el objeto de reclamar una recta administración de justicia en casos emblemáticos como el asesinato de Hugo Bustíos Saavedra y desapariciones como las de Jaime Ayala Sulca y Pedro Yauri Bustamante, cuyos autores intelectuales y autores materiales no han recibido la ejemplar sanción penal que les corresponde, a pesar del tiempo transcurrido.
Hugo Bustíos, corresponsal de la Revista Caretas, fue victimado con extrema crueldad por una patrulla militar el 24 de noviembre de 1988, en circunstancias que, acompañado del fotógrafo Eduardo Rojas, se dirigía a cubrir información en Erapata, Huanta, sobre un acto terrorista. El caso se ventila en los tribunales de justicia en medio de hechos que llaman la atención, debido a que los testigos que acusaron inicialmente al general en retiro Daniel Urresti, como uno de los responsables del crimen, ahora se están retractando en forma sorpresiva.

Jaime Ayala, corresponsal del Diario La República, fue secuestrado y desaparecido el 2 de agosto de 1984. A temprana hora se había apersonado al Cuartel Militar, con sede en Huanta, para demandar la devolución de su material de trabajo periodístico, requisado por personal castrense, que ingresó a su domicilio en forma violenta. La respuesta fue detenerlo y desaparecerlo físicamente. Quien dio la orden está libre.
Pedro Yauri Bustamante, trabajaba en Radio Universal de Huacho. En horas de la noche del 24 de junio de 1992, elementos encapuchados y que después se descubrió que eran miembros del tenebroso Grupo Colina, ingresaron a viva fuerza a su domicilio, lo secuestraron y hasta donde se sabe lo llevaron a una playa del litoral huachano, donde lo torturaron y le quitaron la vida.


Al igual que lo ocurrido con los mártires de Uchuraccay, también hay muchos otros casos que demandan justicia. Luis Morales Ortega, Cirilo Oré, Tito Pilco Mori, Adolfo Isuiza, Juvenal Farfán, cuya labor periodística permitía tener información sobre las atrocidades del terrorismo senderista y los excesos de las fuerzas represivas, son algunos de ellos. Los autores materiales e intelectuales no han sido llevados a los tribunales de justicia.

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