lunes, 30 de noviembre de 2015

La Necesidad de Creer

Por : Ronald Bravo
La Necesidad de creer



“Creemos, sobretodo porque es más fácil creer que dudar, y además porque la fe es la hermana de la esperanza y de la caridad”.- Alejandro Dumas (Escritor francés)




A lo largo del tiempo, ha existido la necesidad de saber el porqué de las cosas y el origen del universo, a consecuencia de esto, son muy criticadas las religiones causantes de dar un mal ejemplo o una idea errónea de lo bueno de la devoción al ser supremo, pero esto no debe de influir en el significado de “DIOS“, el cual, es conocido por todas las personas, aunque sea de diferente forma. Ha habido muchos casos de superioridad por parte de personas de creencias diferentes o que no tienen una creencia y se creen el ser supremo de la tierra y el universo y crean un mal significado causante de devastaciones o malos ídolos. El creer en el ser superior no significa ser parte de una religión, o tener un seguimiento de sus costumbres, sino creer en algo o alguien superior a ti y tener tu fe en eso y saber en tu interior es real.

Si la cuestión sobre las creencias se enfoca como un tema de opinión, acepto que cada uno pueda ejercer su libertad como le parezca. Sin embargo, las creencias sustituyen en muchas ocasiones las carencias, precisamente se han creado para eso. Es una estrategia muy antigua la de crear un modelo omnicomprensivo que sirva lo mismo para un roto que para un descosido. Es fácil sustituir el vacío de conocimiento con una creencia, cuando no se dispone de una experiencia o una comprensión de las cosas que lo ocupe o lo explique.

Creer es fácil, mucho más fácil que no creer; quienes se consideran creyentes tienen "resuelta" buena parte de su existencia. Cuando algo va bien, es porque el destino les sonríe; cuando va mal, es porque los hados se han enojado. Esta es la mejor forma de no asumir la responsabilidad sobre la propia existencia, de no sentirse dueño de sí mismo, de no ser independiente, de asumir la impotencia de cambiar las cosas y de aceptar la inercia como algo normal; pero también es la mejor forma de agonizar lentamente, de no crecer y de no respetarse a uno mismo.

Siempre he pensado que las creencias deben ser una consecuencia, no una causa. Cuando alguien dice que cree en Dios, está diciendo al mismo tiempo que no cree en sí mismo, porque creer en sí mismo requiere en primer lugar cuestionar la existencia de Dios, para cuestionar todo lo demás después. Cuestionar las cosas, ha sido el procedimiento que ha permitido al ser humano alcanzar progreso en la ciencia, la técnica y el conocimiento; es el legado de nuestros antepasados, la herencia cultural de la humanidad. Sin embargo, también ha sido la forma en la que hemos alcanzado la alienación en la que vivimos, sobre todo, cuando descubrimos que "vivir mejor" en términos materiales, no coincide con "sentirse mejor" en términos humanos.

Es cierto que la ciencia sólo nos ha llevado a vivir mejor, más tiempo, en mejores condiciones; pero no nos puede procurar una vida plena, completa, excelente; tal vez en el futuro cambien las cosas, pero hoy por hoy, nuestro bienestar material objetivo no correlaciona con nuestra sensación de bienestar subjetivo, es decir con nuestra felicidad.

Ahora bien, las creencias no nos van a hacer tampoco felices, como tampoco procuraron felicidad a nuestros antepasados. Las creencias, cualquier creencia religiosa, busca la aceptación de la realidad tal como es, eliminar la necesidad de cambiar a mejor, olvidarse de uno mismo como entidad única. Las creencias religiosas se opondrán siempre al progreso de la humanidad, por que se basan en la permanencia de una foto fija de la realidad, sea el tao, el Corán, la biblia o la tora. Son enseñanzas para no hacer, para resignarse, para aceptar la imposibilidad del cambio.

Las creencias religiosas son el antídoto de las creaciones humanas. Todas las religiones, en todas las ocasiones y circunstancias se oponen a cualquier interpretación de la realidad que no sea la suya, e intentan laminar cualquier otro tipo de creencia sea racional o irracional, para erigirse de forma hegemónica ante sus posibles fieles.

Todas las creencias religiosas niegan al ser humano, porque lo hace un apéndice de la obra de su creador. La creación está reservada al "Creador", sólo Dios, Alá o Buda pueden crear, pero no el hombre, el hombre debe someterse a la creación divina.

Que la ciencia no pueda explicarlo todo, no quiere decir que lo que no explique sea inexplicable o inalcanzable, y por lo tanto "demuestre" la existencia de Dios. Más bien al contrario, que la existencia de Dios no pueda demostrarse más que por la fe, la gracia o la iluminación, pone en entredicho a Dios, no a la ciencia.

La religión, como dice Marx en su Filosofía del Derecho (1818) -, es el suspiro de la criatura oprimida, la conciencia de un mundo sin corazón, así como ella misma es el espíritu de una situación sin espíritu. Como hay puntos positivos o a favor de un ser supremo también hay puntos en contra y se han ido reflejando en muchos autores o escritores de las épocas, en especial los filósofos. Hay muchas teorías girando en base a este tema desde largos años sobre la existencia de un dios o si todo fue solo científico o en creencias filosóficas que desaprueban esta devoción de la fe ciega. Pues como dice el autor Francisco Diez de Velazco, pensar y estudiar las religiones y la religión entraña una complejidad notable. Se entremezclan creencias e increencia, pasado y futuro, lo personal y lo social, lo imaginario y lo material, las sensibilidades de culturas y épocas diferentes. (Diez, 2006)

Con la necesidad del ser humano de preguntarse y dudarse las cosas, las personas han ido usando su sentido crítico para saber y descubrir cosas que ponen en duda al ser celestial, lo cual ha resultado en la pérdida de fe y en la creencia de la inexistencia de un ser celestial. Debido a la rama científica, la cual busca el origen y la solución de todas las cosas usando el pensamiento racional. Esto no quiere decir que el ser celestial en realidad no exista, sino han pasado sucesos a lo largo de la historia, los cuales han llevado a las personas a usar la ciencia para solucionar obstáculos presentados.

Para concluir se puede afirmar: La necesidad de creer en un ser supremo es muy grande, pues se debe considerar la existencia de alguien más poderoso y grande que el hombre. Cuando hay carencia de esto se forman personas malas en contra de otras personas y tratan de ser superiores a los demás. Debe de haber respeto entre las personas porque no para todos es el mismo dios, no es el mismo ser supremo pero tienen los mismos propósitos. No se puede ir en la vida creyéndose superior a los demás por eso se necesita creer en algo superior.








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